miércoles, 29 de mayo de 2013

Angye in Wonderland

Definitivamente la vida estaba cambiado, aquí, en México, en China...überall! El interior cambiaba pero también la física continuaba con su trabajo.
Los seres se iban, nos abandonaban, volaban al cielo y otros seguían su camino, nada volvería a hacer lo mismo desde un instante atrás. 
No sé si era la edad o la forma de mirar al mundo, simplemente sentía magia en mis ojos. Mi sentido de percibir se había convertido en mi séptimo sentido femenino. Tal vez nadie lo notaría, sólo yo me estaba dando cuenta de la sabiduría que iba adquiriendo. No me hacía falta que el mundo lo comprendiera pero aún    era más que una humana existencialista.
Veía mi alrededor y siempre he tenido cosas buenas, mis malestares iban más allá de problemas normales, en realidad los problemas parecían ontológicos. Luchaba con mi sensibilidad profunda en el mundo materialista. Mi alma hiperactiva a veces no se hallaba pero tal vez era porque estaba a punto de encontrarme a mí misma. Tenía miedo, claro que tenía miedo; pero el miedo para mí nunca había sido un impedimento para lograr lo que quiero. After she died, I got that anything is impossible because she is still to flying around like a butterfly... So everything was good.
La luz morada que iluminaba mi cabeza en la fotografía que Jerry me tomó días después de haberla perdido físicamente; seguía iluminándome más que nunca.
Pensaba en René, sentía escalofríos. Su llanto en la lejanía de la llamada me había destrozado el corazón. Su padre fue un buen hombre. Siempre sonriendo, su afán por el trago nunca fue desagradable para mí, al fin y al cabo yo era externa. Recordaba aquellas veces desde la secundaria, las llamadas y su voz con bromas anunciándome como Angélica María; no sé porque siempre pensaba en él cuando escuchaba a José José.
René y yo teníamos una amistad destructiva pero el ha sido importante, él fue mi mejor amigo por mucho tiempo, estuvo presente conmigo fuera como fuera cuándo mamá enfermó y cuándo voló. Era un sentimiento extraño, ahora estaba a cientos de Km. y no podía corresponderle.
La vida se volvía más solvente, la intensidad de la madurez opacaba mi entorno de una etapa adulta, ahora vivía preocupada por impuestos, dinero,cuentas por pagar; el mundo giraba en torno a lo financiero; el dinero siempre era un problema; pero para mí no era lo más importante.
Alemania me hacia crecer, ver las cosas de otra manera, igual hubiera sucedido lo mismo aquí o en Singapur o en Finlandia o wherever; pero ahora estaba acá y mis perspectivas cambiaban frecuentemente. Era la Alicia maravillada que tomaba el camino que más le convenía a sus presentimientos. Estaba naciendo en medio del mundo...Estaba siguiendo locamente al conejo blanco y creía en los consejos del gato Cheschire...

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