Las Cuatro Leyes de la Espiritualidad (India)1. "La persona que llega es la persona correcta"2. "Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido".3. "En cualquier momento que comience es el momento correcto".
4."Cuando algo termina, termina".
Parece que la vida ha cambiado y yo he cambiado con ella...la canción colombiana que había escuchado la última vez en casa de Katy en Esslingen; tenía completamente la razón. Los días seguían siendo un sube y baja, estaba dominando el equilibrio, a veces se salía de mis manos pero aún permanecía tambaleando sobre la línea; lo importante no era caer al suelo.
La rueda de la vida estaba más que presente, el sin fin de acontecimientos que habían pasado aquí desde que llegué de nuevo a Alemania, seguían en un curso magnético ligado al aprendizaje y a las nuevas experiencias.
Tenías historias, pero sobre todo tenía personajes...
"Mientras unos se van, otros vienen", Katy lo escribía en su Blog y lo pensaba radicalmente. Katy tenía 25 años, nacionalidad peruana,sangre latina, hacer fiesta con ella era más que divertido porque le encantaba la rumba. Era guapa y atractiva, con un temperamento singular. Escuchaba a la gente cautelosa y con calma, lo reflexionaba muy adentro de su ser, "Respira paz...exhala amor" lo habría escuchado alguna vez en alguna de las series mexicanas que había visto. Amante de la televisión, le ponían una tele enfrente y la perdías.
Cuando estaba borracha, la amabas. O por lo menos a mí me encantaban las borracheras con ella.
Katy era una peruana particular, era muy blanca, con sangre suiza, no muy expresiva, selectiva, responsable e inteligente con los pasos que daba. Era como un punto neutral en su ser.
Había regresado de Tübingen, era mi primer fin de semana en Esslingen había visitado a la familia Schmid. Simon me había cautivado con su amabilidad y su alegría de volver a verme, algo pasajero y esporádico que me hizo pensar en él como en su hermano. Manejó hasta el tren que me llevaría de vuelta a mi pueblo, me llevó hasta los andenes y se despidió de mí como sí no quisiera soltarme.
Volví a Esslingen y por alguna razón del destino, sin muchas ganas y sólo buscando hacer algo el sábado por la noche, decidí ir a la fiesta de Lennart de Couchsurfing. Entonces allí conocería a Katy y a Vikas el indú.
Estaba confundida con la dirección y llegarían ellas. Escuché la voz de dos chicas hablando español, estaba salvada; Katy y Noelia venían llegando a la fiesta.
Entramos juntas, compartí mi botella de tequila, Vikas se acercaría a nosotras y después por alguna razón
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